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REGENERADORA DE LA PIEL

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 Puede aplicarse en Acne extremo, ulceras en pies y cortadas leves en personas diabéticas, llagas, psoriasis, vientres de personas embarazadas y en varios problemas de la piel.

Todo Empieza en los Pies
 
 
Una persona con diabetes, por el hecho de padecerla, tiene 25 veces mas probabilidades de perder una pierna que quien no tiene la enfermedad.
Pero si ademas no lleva un control de sus niveles de glucosa y no tiene el hábito de asomarse a ver como se encuentra en sus pies, podría estar en riesgo de perder una parte de sus extremidades inferiores.
De hecho, 85 por ciento de las amputaciones de piernas en diabéticos son precedidas por una ulcera de pie, señalan estudios avalados por la Federación Internacional de Diabetes.
La realización entre los niveles de azúcar y la salud de los pies radica en que el exceso de glucosa circulando por la sangre puede dañar los nervios de las piernas.
Los nervios dañados, condición que se reconoce como “neuropatía diabética”, se ven imposibilitados para enviar hasta el cerebro señales de dolor, calor o frío, y ante la ausencia de dichas sensaciones, una llaga, una ampolla o una cortadura en pies o piernas pueden pasar desapercibidas.
Una de esas lesiones no atendidas, se convierten en campo fértil para alojar infecciones que si no son tratadas a tiempo se pueden extender hasta alcanzar músculos y huesos provocando muerte del tejido a su alrededor (gangrena).
La gangrena es una infección seria de no tratarse puede requerir la amputación de la parte afectada para salvar el resto de la extremidad.
Señales de daños en los nervios son la sensación de hormigueo o adormecimiento del pie.
La diabetes también afecta la circulación sanguínea impidiendo que haya suficiente flujo de sangre en pies y piernas porque los vasos sanguíneos se hacen mas estrechos; y al haber pequeñas heridas, esa circulación deficiente complica la recuperación, pues el proceso de cicatrización también se ve alterado. A este problema se le llama “enfermedad vascular periférica”.
Al disponer de menos sangre, el pie tiene menos oxigeno y nutrientes que lo ayuden a sanar o defenderse de una infección.
Tanto la mala circulación como el daño de los nervios pueden llegar a modificar la arquitectura del pie, originando nuevos puntos de apoyo que se manifiestan con la aparición de ampollas o llagas.
Un pie frío, azul o pálido son signos de mala circulación, y si hay enrojecimiento, inflamación y fiebre es muy probable que la infección ya este presente, por lo que, sin duda alguna, se debe consultar al medico de manera inmediata.
 
Microbios Oportunos
 
Cuando los niveles de glucosa en la sangre son altos, el cuerpo pierde liquido, y, al haber menos cantidad de estos, la piel tiende a resecarse.
La piel seca puede dar comezón y, al rascarse, ademas de experimentar dolor puede provocar que se agriete. Una piel lastimada es como una puerta de entrada para microbios que causan infección.
Y si los niveles de glucosa en la sangre permanecen altos, los microbios tendrán el mejor alimento para mantenerse “sanos y fuertes” para seguir infectando, pues ellos suelen alimentarse con esa glucosa.
Nervios que han sufrido algún daño también pueden reducir la cantidad de sudor, mismo que ayuda a mantener la piel suave y húmeda. La reducción de la cantidad de sudor en piernas y pies también puede resecar la piel.
Debido a lo anterior, toda persona diabética debe tomar líquidos suficientes, no bebidas con azúcar, para mantener su piel húmeda y sana.
“Todo esto es prevenible con un tratamiento apropiado (dieta y ejercicio) manteniendo la concentración de glucosa en sangre lo mas cercano a lo normal la mayor parte del tiempo.
 
Resistencia al Autocuidado
 
Uno de los principales problemas con la diabetes es su carácter crónico, por lo que los pacientes suelen tomar el diagnostico como algo grave que al final los llevara a la muerte.
Esa es la razón por la que deciden o simplemente omiten hacerse cargo de las medidas necesarias para controlar su enfermedad y así evitar complicaciones.
“La persona puede incluso entrar en un estado de duelo, que si no se identifica y trata los lleva a la depresión, que hace mucho mas difícil la aceptación de su padecimiento”.
Otra idea que provoca el abandono del tratamiento, que debe ser constante y de manera permanente, es la de “al fin que de algo me voy a morir”, entonces deciden continuar con el estilo de vida que contribuyo al desarrollo de la enfermedad.
“También a veces piensan que tratar la diabetes es caro, pero no observan que tratar las complicaciones o perder una pierna o la vida lo es mas. Lo importante es que aun cuando estén sufriendo complicaciones, si siguen un tratamiento apropiado mejorara su calidad de vida”.
 
De la Cabeza a los Pies
 
Para mantener equilibrada los niveles de glucosa, no olvide seguir las recomendaciones básicas para toda persona con diabetes:

• Siga el plan  de comidas saludables que elaboraron usted y su medico o dietista.
• Realice actividad física durante 30 minutos casi todos los días. Pregunte a su medico que actividades son las mejores para usted.
• Tome sus medicamentos según las indicaciones
• Mídase los niveles de glucosa en la sangre todos los días y cada vez que lo haga, anote el resultado en una hoja de registro.
• Revísese los pies diariamente para ver si hay cortaduras, ampollas, llagas, hinchazón, enrojecimiento o si tiene uñas doloridas.
• Cepillese los dientes y use hilo dental todos los días.
• Controle su presión arterial y colesterol.
• No fume.

• Callos y callosidades: Son capas gruesas de piel que aparecen cuando hay demasiada fricción y presión en un solo punto.
• Ampollas: Se forman cuando los zapatos no calzan bien o se usan sin calcetines.
• Uñas encarnadas: Ocurren cuando la orilla de una uña se clava en la piel y crece. Esto sucede cuando se cortan profundamente las esquinas de las uñas.
• Juanetes: Se forman cuando el dedo gordo del pie esta inclinado hacia los otros dedos y como resultado, la sección del hueso que esta en la base del dedo gordo aumenta de tamaño.
• Verrugas plantares: Son causadas por virus y generalmente se forman en la planta del pie.
• Dedos en martillo: El daño en los nervios de los pies provoca que los músculos de la zona se debiliten. Un músculo débil hace que los tendones se vuelvan más cortos y por eso los dedos se doblan hacia abajo. Zapatos demasiado chicos también pueden causar esa deformación.